viernes, 22 de marzo de 2013

ella quiere más y lo quiere rápido



Recuerdas aquella tarde, el verano comenzaba a escaparse entre los últimos retazos de luz. Aquel día me vestí por y para ti. Te busque y no me costo mucho encontrarte. Estábamos predestinados.
En el aire de tu habitación sonaba una canción, tu me susurraste el estribillo bajito en mi oído. "ella quiere más y lo quiere rápido".
Sonreí y un escalofrío recorrio toda mi espalda. 
Te sabias poderoso, eras consciente de tu poder sobre mi. 
Tus besos se posaron sobre los míos una y otra vez, con un ansia desmedida, dejando claro a quien pertenecían. Tus manos expertas recorrían cada pedazo de mi piel nueva ante aquellas sensaciones.
Sentía el mundo a mis pies, allí entre tus sabanas revueltas y tus brazos protectores. 
Sabia que aquella tarde jamás se alejaría de mi. Que iba a pertenecer a ese rincón que guarda todo lo bueno de tu vida.
El tiempo pasaba rápido a tu lado, me sabía a poco, me hacia desear más.
Contigo nada era previsible, tenerte un minuto cerca de mi podía significar no verte en días. Así  que apuraba cada sorbo de amor junto a ti.
Aquel momento me persiguió durante años, cada noche, cada vez que acudías en mi mente. Ni los años fueron capaz de destruir el recuerdo de esas horas. 
Cuantos besos, cuantas promesas, cuantos ruegos se quedaron escondidos en aquella cama, cuantas cosas por decir entre tu y yo.
Tu eras el experto, el vendaval que había entrado en mi vida poniendola patas arriba, tu eras aquel imposible que durante un tiempo crees haber alcanzado, tu eras energía, nervio, emoción, inquietud. Sabias tanto de la vida  y yo tan poco. 
Yo una niña asustada ante toda aquella avalancha de sentimientos, desbordada por tus ojos, por tu olor, por tus labios.
Tu voz grave sabia que decirme para que lo demás dejara de importar.
Si sonreias ya me habías ganado la partida, por mucha insistencia que yo pusiera. 
Todo giraba en torno a ti, lo hizo durante años, después se convirtio en uno de los más dulces recuerdos que guarda mi corazón, protegido para que nada lo dañe ni lo emborrone.
Tu seguiste tu senda y yo un camino que cada vez me alejo más de ti, pero no de tu recuerdo, no de aquella tarde de final de verano en que sonaba aqella canción  solo para ti y para mi

No hay comentarios:

Publicar un comentario