llueve

van pasando los dias sin ti
lentos y huecos, llenos de lluvia
porque desde tu adios no ha parado de llover
como si el cielo supiera de lo nuestro
y necesitara vaciarse como lo hacen mis ojos.
Las mañanas se presentan frias y las calles que me acompañan
solo saben recordarme lugares que han sido nuestros
las noches son el refugio para mi alma
esa que durante el dia intenta mantenerse activa para no estrujarse mas
pero que al llegar la noche se retuerce entre el calor de mis sabanas
recordando tus caricias
mis labios besan sin ganas porque no son tus labios contra los que se estampan
Sonrio al mundo que pasa a mi lado ausente a este dolor que arrastro
a esta ausencia que me persigue
vamos perdiendo minutos, como si nos sobraran
se nos escapan las olas del mar que nos ha visto abrazarnos
mis manos se sienten vacias sin las tuyas
se hielan los dias en el calendario porque no señalo en rojo uno para vernos
los domingos son tediosos y me recuerdan que acaba otra semana sin ti
y cada uno vamos gastando tiempo pero por separado
sin mirarnos de nuevo
sin olernos el cuello
sin escondernos del mundo
sin susurrar nuestros nombres como soliamos hacerlo...

Si...

si consiguiera un dia mas para explidcarte que podemos tener algo sin tenerlo todo. Si me dieras esa oportunidad.. Si por una sola vez mas hablaramos cara a cara y sin testigos. Solo tu y yo y un cafe a medias. Te pediria que te quedaras sin condiciones Que voy a ser fuerte y no tocarte. Que puedo no volver a besarte mas aunque me arda la boca.
 Que seamos lo que tu quieras. Que borres lo pasado aunque yo no pueda. Que seamos un tu y yo en cualquiera de sus formas. Que me busques. que me encuentres porque no voy a cansarme de esperarte hasta el final de mi vida. Que no importa todo lo que nos separa.
Que no  soy exigente, Que yo apuesto el doble y tu vas con lo que puedas. Que no puedo permitirme el lujo de perderte de nuevo . Que sin ti la vida ahora se ha quedado hueca. Y solo hay un dia tras otro sin mas.
Que las noches las dedico a soñarte. Que me despierto mil veces y estas ahí al acecho en mi mente. Que las mañanas son todas grises y las tardes frías. Que el invierno este año llego a principios de octubre porque tu lo has querido. Y yo ando congelada sin tus manos.Que voy sonámbula por las calles pensando que puedes estar en cualquiera de nuestras esquinas.
 Que me pregunto que clase de amnesia te gastas para poder borrar de un golpe todo lo que ha pasado. Que volviste tu aunque yo te estaba esperando. Que no hay labios como los tuyos, ni espalda en la que quiera perderme .
 Que se nos han quedado mil cosas pendientes y novecientas las propusiste tu. Que sigo porque no me queda mas remedio pero no soy ni sombra de lo que fui. Que no entiendo esta clase de broma macabra que me ha jugado el destino.
. Que nuestro barrio esta repleto de lugares que hemos habitado. Que todas las canciones me hablan de ti  y yo no puedo hablar sobre ti a nadie. Que escribo poseída por el dolor que mueve mis dedos sobre el teclado. Que esto no era lo que prometiste . Que cada vez que prometías lo sellabas con un beso. Y esa es la mayor prueba de que hay que cumplir esas promesas.
que hemos sido uno y ahora no soy ni media
que te espero y estas seguro
que no pienso cerrar esta puerta y ademas he dejado una luz encendida para que encuentres el camino.
Aunque nunca te hizo falta señales para volver donde sabes que habitas
que se me que recuerdas aunque nunca lo afirmaras
que hay cosas que no se las lleva el viento, ni aunque sople del norte frío y con fuerza
que todo lo que hemos tenido en esta vida hay gente que no lo vivirá jamas, que no imagina ni que existe
que entre tu y yo hay una química que nadie ni tu y tu distancia puede destrozar
que sigo siendo esa chica de ningún lado porque solo soy cuando estoy contigo..
que espero que el tiempo sea benevolente y no corra en nuestra contra
que estas en todos lados y en ninguno te encuentro
que tus besos no eran fingidos y los míos eran los mas autentico que saldrá jamas de mi boca
que me desarmas y aquí estoy luchando una guerra sabiendo que la tengo perdida
que no se si es el mismo juego de siempre o esta vez has roto la baraja
pero yo por ti aguanto lo que me echen
porque sino seria que estoy curada y eso no hay antídoto que lo consiga
que esta historia es infinita porque solo tu y yo sabemos que saltan chispas cuando nos rozamos
que tus suspiros se han quedado prendidos en mi oido y hablan de necesidad y ganas
que te voy a querer aunque no quieras
porque  no se vivir de otra forma

que tu te vas pero yo me quedo por si vuelves...que siempre estaré para ti.. que podría decirte mil cosas mas pero si quieres te las susurro en el cuello ...mi lugar preferido del mundo

porque no volvemos...r.m.

Por qué no volvemos. Recuérdamelo, por favor. Por qué no nos queremos de vuelta, de segunda mano o de ocasión. Por qué. A ver, si es que había tantas razones, es que te juro que las había. Es que hasta las llegué a apuntar en algún sitio. Y ahora va y no las encuentro. Justo cuando más las necesito. Justo cuando sólo recuerdo todo aquello que juré olvidar. Así que si no te es mucha molestia, recuérdame por qué no nos dejamos de hostias. O por qué me las sigo dando yo. Por qué no volvemos. Por qué me despierto y lo primero que hago es pensar en tus fotos. Pero si las metí en el fondo del cajón ese que ya ni abro. El de las cosas perdidas aposta. El de los recuerdos que son demasiado grandes para llevarlos encima. Malditas fotografías. Malditas emulsiones enmarcadas en vidrio. Escaparates de 15x9 que ya sólo te venden saldos, instantáneas con retraso de lo que pudo ser y no fue. Por qué las escondí allí, si se me agarran a la retina día sí día también. Por qué hago ver que no las veo, si no me hace falta ni mirarlas, si ya me las sé. Por qué no volvemos. Por qué no dejo de seguir tus pasos. Por qué entro de puntillas en las redes sociales como quien entra a por algo que se dejó. Por qué analizo tus fotos, tus gestos, tus lugares y tus palabras. Por qué veo en cada nuevo amigo o contacto tuyo un potencial enemigo. Por qué me da miedo que me olvides con ellos, que me entierres sin mí. Por qué busco señales que al fin y al cabo tú ya no emites. Por qué. Eh. Por qué. Por qué no volvemos. Por qué no he sido capaz de volver a sentarme en la única mesa maldita de nuestro restaurante. Por qué salgo todas las noches como si nada, como si jamás te hubiese conocido. Y por qué les acabo pidiendo a todas que hagan de ti. Que les gusten tus mismas cosas. Que se rían como lo hacías tú. Por qué las comparo siempre contigo. Qué culpa tendrán ellas de no alcanzarte. De no saber que me exististe. De no poder acabarse este final. Por qué no volvemos. Por qué sigo mirando el móvil cada dos horas simplemente para ver si estás en línea. Por qué empiezo a escribir siempre el mismo mensaje. Uno que arranca con un por qué no volvemos. Uno que sigue explicándote cuánto te echo de menos. Que ya casi olvidé tus defectos. Que me quedé solo a soportar los míos. Que ya es mucho soportar para una sola persona. Y por qué, cuando acabo el mensaje perfecto, le doy siempre al borrado completo en vez de al enviar. Por qué no te llamo cuando tengo tantas ganas de hablar. Por qué no volvemos. Dímelo, de verdad, tan sólo recuérdamelo una vez más. Aunque te cueste algún que otro esfuerzo. Hazlo por este pedazo de vida tuya que sigue a la deriva de los recuerdos. Por los viejos tiempos. Por este mal sabor de boca después de algo tan dulce. Por lo que fuera yo en tu vida. Por lo que sea. Por lo que fui. Yo la verdad es que no he aprendido. Sigo estando igual. Me siguen haciendo daño las mismas cosas. Me siguen emocionando las canciones de siempre. Sobre todo ahora, que sé que en realidad todas me hablaban de ti. Me sigo haciendo muchas trampas al solitario. Me veo con los mismos amigos a los que les ruego que no me hablen de ti. Hasta que les acabo preguntando yo. Ah, y he vuelto al microondas, que cocinar para uno ya sabes que no vale la pena. Supongo que soy aún más difícil. Imagino que el gas noble de mis manías se habrá expandido hasta ocupar parte del hueco que dejaste tú. Y seguramente, a base de vivir conmigo, me habré vuelto mucho más yo. Por eso, te podría decir que he cambiado. Que ahora sí que sí. Que ahora entiendo por qué no funcionó lo nuestro. Que por qué no volvemos. Que por qué no intentarlo, sabiendo lo que sabemos. Pero te estaría mintiendo, y lo haría simplemente para conseguirte de nuevo, para volverte a tener, para volverme a dar a ti. Nos estaríamos engañando de nuevo. Y volveríamos dispuestos a ello, tan sólo por lo mucho que nos queremos. Tan absurdo como cuando estábamos juntos y tras cada silencio resonaba siempre la misma pregunta. Por qué no lo dejamos.