miércoles, 11 de julio de 2018

en la vida tendras dos amores...textos que lees y te revuelven el alma

 DICEN QUE A LO LARGO DE NUESTRA VIDA TENEMOS DOS GRANDES AMORES: UNO CON EL QUE TE CASAS O VIVES PARA SIEMPRE, PUEDE QUE EL PADRE O LA MADRE DE TUS HIJOS, ESA PERSONA CON LA QUE CONSIGUES LA COMPENETRACIÓN MÁXIMA PARA ESTAR EL RESTO DE TU VIDA JUNTO A ELLA…
Y DICEN QUE HAY UN SEGUNDO GRAN AMOR, UNA PERSONA QUE PIERDES SIEMPRE. ALGUIEN CON QUIEN NACISTE CONECTADO, TAN CONECTADO QUE LAS FUERZAS DE LA QUÍMICA ESCAPAN A LA RAZÓN Y TE IMPEDIRÁN, SIEMPRE, ALCANZAR UN FINAL FELIZ. HASTA QUE CIERTO DÍA DEJARÁS DE INTENTARLO. TE RENDIRÁS Y BUSCARÁS A ESA OTRA PERSONA QUE ACABARÁS ENCONTRANDO.
¿A quien no le ha pasado? Que está con alguien que siente amar hasta ya no poder más. Alguien que llegó a tu vida sin esperarlo, simplemente apareció de la nada y de la nada se metió en tu corazón. Alguien a quien no le fue difícil conquistarte y enamorarte y es que eran tan iguales que sentían una compenetración perfecta en el amor.
Alguien que te sacaba mil sonrisas que todo a tu alrededor se pintaba de color. Con quien podías ser tu misma sin caretas ni apariencias, porque el demostraba que tú eras la mejor. Ese con quien hacías mil locuras y es que en su relación desde un inicio nunca pudo existir la cordura, pero eran felices así amándose con gran pasión.
Ese amor por el que le mentías a tus padres y te escapabas del colegio para estar a solas con él. Quien era tu fuerza y tú sostén. Con el que podías pasar horas y horas y el tema de conversación nunca se acababa y en ocasiones no era necesario hablar, porque todo lo decían con una mirada. Y es que estar en silencio con él era lo mejor, no había mejor sonido que su respiración y su corazón.
Estoy segura que al leer esto ha venido una persona a tu mente. Has recordado lo fácil y sencillo que era quererle sin importar lo complicado que pudiese ser. Has recordado cada detalle. Cada beso, cada canción y su habitación. Aquella en la que pasaron los mejores momentos. En lo que sin duda alguna no había nada más exquisito que recostarte en su pecho y ponerse a platicar de aquellos planes y sueños que fantaseaban juntos poder lograr.
Has recordado que solo él podía destruirte e irónicamente sanarte y es que te conocía como nadie. Solamente con él pudiste entregarte plenamente. Solamente él pudo entrar de lleno en tu mente. Solo con él tenías mil versiones, a veces la alegre, la enojona, la divertida, la amargada, la deprimida, la coqueta y la perversa y es que fueses como sea él te hacía sentir amada, valorada. Solo sus brazos te hacían sentir segura y con él era tan fácil hacer como que se paralizaba el mundo. Las horas a su lado corrían a prisa, con él no era necesario la sombrilla si caía brisa, disfrutabas cada pequeño momento a su lado. Volvías a sentirte una niña y eras dichosa cuando te llevaba por el mundo tomando tu mano.

¿Has sonreído?… ¡le has echado de menos!

Y es que hay amores que aunque se van, se quedan para siempre en nuestro corazón. Aunque se pierdan, para el reencuentro siempre se busca una razón. No importa cuánto se manden a la mierda, el corazón vuelve a insistir y es que un día de repente sin desearlo esa persona se cuela en lo más importante de tu existir. Simplemente le deseas tener siempre contigo, pero a veces son más fuertes las leyes del destino. A veces inclusive cuando todo parece estar perfecto pasa algo que los hace lastimarse, alejarse, perderse. Y he ahí cuando se pone punto final ante todos, aunque en tu corazón siempre haya dos puntos de más después del que todo mundo cree que has puesto.

Y así transcurrido el tiempo vuelves a ilusionarte e inclusive a enamorarte. Quizás ahora un poco más madura, más adulta. Más consiente de la realidad, ya no tan soñadora pero finalmente vuelves a sentirte feliz y dichosa. ¡Vuelves a entregarte! A compartir mil cosas con la otra persona. Pero aunque vuelves a abrir tu corazón e incluso lo entregas, lo cierto es que solo entregas una parte, nunca lo vuelves a entregar de la misma manera que la anterior y es que una gran parte aun pertenece a él, pese a todos, inclusive muy a pesar de ti. A veces simplemente aunque rehagas tu vida y creas ser feliz, con el simple hecho de recordar algún detalle o de ver alguna fotografía vuelves a amarle y es que hay fuegos que ni con el mar se apagan.
Y es así como rehaces tu vida. Es así como tiene que ser. Levantarte después de caer. Curar tus heridas y abrir nuevamente el corazón, aunque quizás ahora sin perder del todo la razón. Y es que nunca nos debemos de negar una segunda oportunidad, aunque la primera que nos hemos dado no sea fácil de olvidar, te aseguro que algún día le has de ¨superar¨. Y lo digo así porque será aparentemente y es que en tu interior aun seguirá presente. Le recordarás con alguna canción, con alguna calle, algún sitio o le miraras entre la gente, o tal vez te lo traiga de vuelta su olor. Y es que hay amores que marcan, que tatúan la piel, quizás algunos que nunca dejan de doler. Otros que al recordar te hacen llorar o sonreír, pero que se quedan siempre con nosotros como parte de nuestro vivir.
PERO TE ASEGURO QUE NO PASARÁS UNA SOLA NOCHE SIN NECESITAR OTRO ABRAZO SUYO, O TAN SIQUIERA DISCUTIR UNA VEZ MÁS… TODOS SABEN DE QUÉ ESTOY HABLANDO, PORQUE MIENTRAS ESTÁS LEYENDO ESTO, TE HA VENIDO SU NOMBRE A LA CABEZA. TE LIBRARÁS DE ÉL O DE ELLA, DEJARÁS DE SUFRIR, CONSEGUIRÁS ENCONTRAR LA PAZ (LE SUSTITUIRÁS POR LA CALMA), PERO LES ASEGURO QUE NO PASARÁ UN DÍA EN QUE DESEEN QUE ESTUVIERA AQUÍ PARA PERTURBAROS. PORQUE, A VECES, SE DESPRENDE MÁS ENERGÍA DISCUTIENDO CON ALGUIEN A QUIEN AMAS QUE HACIENDO EL AMOR CON ALGUIEN A QUIEN APRECIAS.

miércoles, 4 de julio de 2018

me dicen que te olvide , y no lo entienden... el precioso poema de Marwan

“Me dicen que es de tontos
tropezar tres veces con la misma piedra
pero es que tú eras una piedra
sobre la que merecía la pena caer,
resbalarse,
hacerse herida.
Porque hay personas que merecen nuestra herida
personas que mancharon todo de felicidad,
y contrataron la alegría
y la volcaron sobre ti
como quien arroja un cubo de esperanza,
personas que empapan tu vida con su risa
y ahora que no están no dejan cuerda de tender
donde seque esta tristeza.
Me dicen que es de tontos,
que lo deje,
porque huir del compromiso
es el deporte que practicas.
Y tal vez estén en lo cierto
pero no saben que tu boca
es el ticket de entrada al paraíso,
como una esperanza que se cuela dentro.
Y dueles. Claro que dueles.
Como un regalo que al abrirlo está vacío,
como el premio que te sacan de las manos.
Dueles.
Pero yo sé que solo hay miedo tras tu huida,
que me tiras las flores de los tiestos
por el miedo a que no haya champán con que regarlas,
que tu huida es un descanso,
que el amor
se toma un tiempo sobre ti
para que los temores no caven más hondo que tus entrañas.
A veces no hay parejas que no se amen
sino temores que nos vencen.
Pero siempre vuelves,
siempre llegas de nuevo
para estampar en mi cuarto el paraíso,
para darle un nuevo orgasmo a mi memoria,
un motivo más para creer.
Y sé que no es fácil,
que me hago herida nuevamente
en cada travesía desde mi lengua hasta la nada,
pero me curas de nuevo en tu viaje de vuelta hacia nosotros,
me curas, muerdes mis heridas y las arrancas de golpe
y allí donde había piel rota y soledad
solo encuentro piel nueva, alma restaurada.
Por eso acepto todo lo que caiga sobre mí cuando te vayas.
Acepto que me elijas y me sueltes,
que la felicidad sea un disparo,
lo que dure este momento.
Acepto las tres llamadas pendientes que cuelgan de mi vida
con las que no sé qué hacer
para que no revientes de pasado el paisaje.
Y también los domingos en que siento
que la vida está comunicando.
Lo acepto todo si eso abre la puerta
a que mis lunes sean tus lunes
y tu foto tu desvelo
y mis guerras un motivo
por el que hallar la paz contigo.
Me dicen que te olvide y tienen razón,
pero lo dicen porque no saben lo ligeros
que son dos amantes cuando es correspondido.
No entienden que te necesito.
Te necesito porque despedirse es una palabra demasiado grande
y no lo entienden.
Y porque me están subiendo los tres polvos de más que te debo,
como una droga que no consumes pero afecta
y no lo entienden.
Y vuelvo a ti porque no es posible ponerle vallas al amor
y cada uno elige el modo de volarse
y no lo entienden.
¿Dependencia? Por supuesto.
De la felicidad que traes,
de ser nosotros,
posiblemente.
Les digo eso.
 Por eso vuelvo a ti,
a chocar de frente contra la felicidad,
a caer de boca contra la felicidad,
a romper mis dientes contra la felicidad.
Me equivoque o no,
para mí eres eso,
la calle que conduce
a la felicidad.”

lunes, 2 de julio de 2018

tenemos

Hoy he pasado por nuestra playa, por nuestro paseo, por nuestra zona de aparcamiento.
Porque tu no lo sabes pero en tres noches ya tenemos  un montón de cosas nuestras , como las que guardaba del pasado.
Tenemos un cuadrado en ese parking donde se me paro el  mundo cuando tu cabeza se apoyo en mi pecho y me besaste como si no  hubiese mañana.
Tenemos un banco de piedra en ese precioso paseo donde nos  reimos hasta que conseguimos hacer una foto medio decente, esa foto que es en lo que me resguardo cada día cuando no puedo seguir.
Tenemos un martini con ginebra a medias, con dos aceitunas que compartimos entre risas  y piques con tu dedo como cucharilla...
Tenemos un brindis con un vino blanco , con un por nosotros, chocando las bases de nuestras copas para hacerlo distinto.
Tenemos una pizzeria en uno de esos barrios clásicos de valencia,  que fue cómplice de una cena que nos debiamos desde hace doscientos años..
Tenemos un bar con una mesa redonda en el rincon mas escondido del garito donde comenzamos a recordar nuestro pasado y a planear nuestro incierto presente.
Tenemos nuestra cancion, esa que tu y  yo vamos a llevar en nuestra muñeca de dos maneras diferentes pero con el mismo significado, esa que hiciste sonar la ultima vez que nos vimos en el coche para mi..
Tenemos besos y caricias que me han sabido a poco y que ahora recuerdo para aguantar tu ausencia..


Y sabes lo que tenemos el mar...ese bendito Mediterraneo que ha sido testigo mudo de todo lo que nos ha vuelto a pasar, que hemos mirado abrazados , y que hoy al  verlo  quieto y azul me gritaba cuanto te añoro, cuanta falta me haces, cuanto me ha dolido ese no, cuanto me va a costar esta espera que no se si me llevara a algún sitio o solo me dejara estancada en todo esto que tenemos...

tenemos....espero seguir teniendo, espero conjugar este verbo en todos los tiempos de nuestras  lenguas...