rutina

Te levantas temprano, por costumbre,  o tal vez porque te han robado el sueño hace tantos años que en cuanto amanece estas  deseando ponerte en pie, o para recordarte a ti misma que estas viva.
Te arrastras hasta la cocina, y te preparas ese  café con leche condensada una de las pocas costumbres que quedan de tu  anterior vida.
Remueves la espesa leche con lentitud y tu mirada vaga perdida por la cocina saltando de un recuerdo a otro, solo se oye el silencio así que conectas la música de tu móvil, o de tu pequeño aparato de música . 
El sonido te hace sentir menos sola.
Te planteas el día, y dependiendo de lo lejos que se encuentre este del fin de semana lo haces con mas o menos ganas.
Te duchas y te vistes no cambias mucho de ropa, ahora no  es necesario, te obligas a pintarte la raya del ojo y a manchar tu piel de maquillaje, ahora te sobran accesorios, pañuelos, pendientes, botas combinadas, pulseras a juego. En esta nueva vida estas tu solo contigo misma. Aun asi te puede la coquetería y cambias de pendientes casi a  diario, te perfumas y sales a la calle,
Haces algunas compras, alguien  te para y te remueve las entrañas con astucia y deseas volver de nuevo a tu encierro donde los únicos que te hacen daño son tus pensamientos.

Sientes como se te escurre la mañana lánguidamente como esos días de calor de agosto en que la vida parece haberse paralizado. 
Sientes ese hueco , esa presión en la garganta e intentas controlarla algunos dias  con mas éxito que otros.

Intentas mantenerte ocupada, haces cosas que de sobra sabes no deberias hacer, le exiges a tu cuerpo y  a tu mente ser la de antes, pero sabes que es imposible, que hay un antes y un después en tu vida.

Te dices a ti misma "pero estoy viva he tenido mucha suerte"...y lejos una vocecilla te grita  en silencio "la suerte era que nada hubiera pasado y que tu vida fuera la que era sin tener que cohabitar con el miedo, los recuerdos , el dolor y las pérdidas". Maldita  voz  siempre despierta...siempre atenta